Una vez más, aprovechamos al máximo lo que podemos aprender de la competición profesional. La semana pasada el circuito Alps Tour, circuito satélite del Challenge Tour – la segunda división del DP World Tour – nos brindó una cita en Cataluña, el Aravell Golf Open by Creand’23, y no íbamos a desaprovechar la oportunidad para nuestros amateurs de élite.
Eso sí, tuvimos que coger impulso y prepararnos para llegar allí en las mejores condiciones, puesto que Alejandro de Castro se clasificó para el torneo al terminar segundo en el Open WAGR Amateur Aravell, organizado la semana antes por la Federació de Golf d’Andorra; y luego metimos a cinco jugadores más de la Barcelona Golf Academy, pasando el trámite de jugar la ronda previa del lunes.
Más de 140 jugadores tomaron la salida el 29 de junio, incluidos 35 amateurs, ya que la prueba además era puntuable para el World Amateur Golf Ranking (WAGR). En la primera ronda Erik Shukhart fue nuestro jugador con mejor resultado, entregando una tarjeta de 72 golpes (+1), que le situaban en el puesto 50º. Mientras, Alex de Castro se tuvo que conformar con un 77 que le quitaban opciones para superar el corte.
Como así fue, ya que a pesar de firmar un magnífico 69, siendo esta la 12ª mejor tarjeta del día rodeado de pros, no fue suficiente. Con 146 golpes se quedó el 67º en +4, y para jugar la última ronda del sábado hacía falta llegar a +1, cosa que sólo consiguieron 47 jugadores, entre ellos 4 amateurs.
Tampoco lo logró Erik, quien se anotó un 76, y 148 golpes en total, para +8, acabando el 81º. Caben destacar las dos rondas sub-80 de Alexander Company, en especial la segunda de 74 golpes, para acabar en +11, que le situaron en el puesto 110º.
Nuestra participación la completaron Bruno Martí, en el puesto 126º, Matteo Sasdelli, en el 128º, y Amaury Ledain, en el 132º. En un disputado final, el ganador del torneo fue el italiano Manfredo Manica, con 15 bajo par.
Sin duda una experiencia redonda, y cerca de casa, para experimentar como es por dentro el día a día de los profesionales, en su camino, y quién sabe si el de los nuestros, hacia circuitos superiores.
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